Desastre
Adaptación de la novela del prestigioso escritor John Le
Carré, que no resulta convincente en ninguna de sus pretensiones, no llega a
funcionar como relato de espionaje, ni como comedia, desaprovechando un reparto
de renombre.
La adaptación se pasea con torpeza por la cuerda del fracaso, y
termina por caer irremediablemente sin lograr funcionar en ningún aspecto. No se
presenta con claridad, se antoja pretenciosa y, en su afán por confundir a
través de las mentiras del protagonista, termina por ser una broma de mal gusto,
mal estructurada y sin pies ni cabeza. En ningún momento, llega a despertar un
ápice de interés, todo resulta confuso y desacertado, rellenando el relato con
diversas situaciones en donde parece contarse algo que realmente no se cuenta ni
se desarrolla con acierto.
La película se nutre del prestigio cosechado por
el novelista John Le Carré y por los nombres de los intérpretes del reparto, con
Pierce Brosnan, Jaime Lee Curtis y Geoffrey Rush como puntas de apoyo, que no
son suficientes para salvar a El sastre de Panamá de su estrepitoso fracaso. El
director no da una puntada con acierto, crea una red de mentiras plagada de
agujeros e inconexiones por donde se va desvaneciendo el posible interés del
espectador, haciendo que el seguimiento del relato que presenta se antoje pesado
y monótono.
El hilo argumental es endeble y confuso, queda mal tejido y los
responsables de la película no dejan claras sus intenciones al intentar ofrecer
lo que parece una parodia de los relatos de espionaje tradicionales, empleando
para ello la figura de Pierce Brosnam, recién salido de la franquicia de James
Bond, haciendo de conquistador guaperas, sin conseguir resultar graciosa, ni
mínimamente interesante. Desperdicia las cualidades interpretativas de Geoffrey
Rush, que con su carisma y buena voluntad intenta salvar lo insalvable. Las
secuencias que comparte con Pierce Brosnan, en los lugares más recónditos e
inimaginables para pasarse información, son los momentos más entrañables y
divertidos del relato, pero no es algo que justifique la recomendación del
visionado de esta película.
El sastre de Panamá, se podría catalogar como un
auténtico desastre ilógico, carente de ritmo, interés y calidad, un auténtico
despropósito totalmente prescindible y olvidable. Nadie se merece semejante
castigo.
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