Busca lo que no encuentra
Fría, distante, pretenciosa e irregular
son los primeros calificativos que vienen a la mente, tras haber concluido la
visión de Albert Nobbs.
Traslada de una manera fría y distante,
el drama de una serie de mujeres que por unos u otros motivos, sobreviven en un
mundo dominado por los intereses económicos, las apariencias y la hipocresía,
bajo la seguridad que les ofrece hacerse pasar por hombres. Presenta el dibujo de una sociedad que se
rige por las clases sociales y el poder económico, de una forma sencilla y
simple, dejando clara, la posición de cada uno de los personajes y de sus
ambiciones, anhelos y necesidades.
Sobre el papel la base de la idea, ofrece
numerosas posibilidades dramáticas, pero los guionistas, se limitan a ofrecer
un relato demasiado sencillo, sin llegar a desarrollar con esmero, unos
personajes femeninos, a cuyas vivencias, se les podría haber sacado mejor
partido.
De no ser por la presencia en su reparto
de Glenn Close y a su gran
interpretación, junto con la participación de ciertos intérpretes de relevancia
del cine ingles, la película y su argumento, hubieran acabado en un telefilm de
sábado por la tarde.
Gran parte de la repercusión y atractivo
de Albert
Nobbs, reside en la entrega de Glenn
Close a la historia de su personaje, lo que le valió una nominación al
Oscar. Pero si uno se fija en los créditos, Glenn Close se hace un traje a su medida, produciendo ella misma la
película y garantizándose el personaje principal, para aumentar sus opciones a
ganar el valorado galardón.
Es sabido que muchos de los Oscar que
concede la academia siguen un patrón establecido. Tenemos al discapacitado que
supera las adversidades, las biografías de personajes relevantes, casos de
homosexualidad y la aproximación física de los intérpretes al personaje real.
En este ultimo apartado se incluyen las trasformaciones físicas que deben
sufrir los interpretes, ya sea afeamiento, perdida o ganancia de peso. Aquí es
donde se puede colocar a Albert Nobbs, una candidatura por el
cambio de apariencia, en el que Glenn
Close se hace pasar por hombre.
Una prueba de que esta teoría no esta
alejada de la realidad, es que esta película consiguió en el año de su estreno
tres nominaciones al Oscar, entre las que se incluían el de mejor actriz, para Glenn Close y el de mejor actriz
secundaria, para Janet McTeer.
Curiosamente las dos interpretes femeninas que se hacen pasar por hombres en la
película, lo cual no quiere quitar merito a sus interpretaciones, pero si
cuestionar el método de valoración de la academia de Hollywood.
Más allá de esta observación, decir que
la producción británica Albert Nobbs, deja al espectador con
las emociones al mismo nivel que las temperaturas del país. Intenta profundizar
en los anhelos de sus personajes y otorgar cierta solidez al argumento, pero
éste resulta irregular y carente de interés.
La historia de amor que intenta
desarrollar no cuaja y no llega a funcionar como tal en ningún momento, le
falta emociones y corazón, para llegar al espectador. En resumidas cuentas, Albert
Nobbs es un vehículo creado y promovido por Glenn Close, para su propio lucimiento, nada más.
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